Quillabamba, apodada "la ciudad del eterno verano" por su agradable clima durante todo el año, está situada a 1050 metros sobre el nivel del mar en la zona de la etnia Matsiguengas y fue uno de los puntos de producción de café más importantes. Esta producción dio origen al ferrocarril que unía Cusco con Quillabamba a través de Aguas-calientes (Machu-Picchu). La economía sigue basándose en la venta de fruta y café, pero en los últimos años la principal fuente de ingresos se ha convertido en la venta de gas con la explotación del gas de camisea.